Ser decano es un trabajo arduo y complicado. Un trabajo que requiere de una mente ordenada y capaz de solventar todo tipo de problemas que puedan surgir en la gestiĆ³n de un centro educativo. Tienes que ser un genio de los negocios para conseguir subvenciones y estar siempre un paso por delante del resto de centros. Y ademĆ”s, tienes que ser una persona respetada y querida por la comunidad educativa: un faro que guĆe a los jĆ³venes estudiantes que estĆ”n labrando su futuro.
El decano Pelton es… bueno, un decano. Lejos de ser una autoridad fĆ©rrea y estricta es mĆ”s un coleguita para sus estudiantes, siempre buscando una fiesta que celebrar en el Greendale Community College y lidiando con un grupo de profesores y estudiantes que van a hacer que cualquier dĆa le de un disgusto. Sin embargo, desde que comenzĆ³ a ser decano en Greendale las matrĆculas han aumentado notablemente, por algo serĆ”, ¿no?
Seres Humanos de Greendale
Una de las primeras cosas que hizo el decano Pelton cuando llegĆ³ al cargo fue cambiar la mascota del centro. En su afĆ”n por ser todo lo polĆticamente correcto que se puede acabĆ³ con los Grizzlies y diseĆ±Ć³, junto a Pierce Hawthorne, uno de los alumnos mĆ”s veteranos, la nueva mascota: el Ser Humano Greendale: no tiene sexo, no tiene raza y ningĆŗn tipo de rasgo que pueda resultar discriminatorio para ningĆŗn ser humano. De hecho, no tiene ni voz. Desde entonces, el Ser Humano es el protagonista de todos los actos sociales que se celebran en Greendale para orgullo del decano. ¡Y los alumnos lo adoran! Aunque al principio fue todo un trauma para ellos ver a este ser tan… humano.
AtenciĆ³n atenciĆ³n…
El decano Pelton es una persona muy optimista y le encanta interactuar con los estudiantes -con algunos mĆ”s que otros, y si no que se lo pregunten a Jeff Winger- para que participen en todas las actividades del campus. Por este motivo son frecuentes los anuncios en la megafonĆa del centro o en las salas de estudio. Los alumnos huyen de sus propuestas, pero al final acaban sucumbiendo a sus encantos. Verlo haciendo el ‘Pelton Greendale Tour’ a lo largo del campus parece que les ablanda el corazĆ³n. Y al final sus ideas alocadas son de lo mĆ”s divertidas: desde eventos culturales a los que asiste incluso GreenDay (no, no los famosos, un grupito de viejecitos irlandeses), hasta celebraciones de Halloween con zombis incluido, competiciones de paint-ball a muerte o batallas de nieve Ć©picas. Y a pesar de todo, el decano sigue manteniendo esa modestia con la que llegĆ³ al puesto.
Disfraces
Pero si hay algo que destaca de las extravagancias de este decano es su obsesiĆ³n por los disfraces. Puede que tenga algo que ver con su sexualidad extraƱa o simplemente, que es un aficionado al carnaval. Lo cierto es que no desaprovecha ninguna ocasiĆ³n para ponerse las pestaƱas, la peluca o el vestido largo. Y no le importa pasearse por el campus con estas guisas. ¡Vivan los disfraces!
Decano de dĆa, escritor (y otras cosas) de noche
AdemĆ”s de su ardua labor como decano, Craig Pelton tiene otros hobbies extraƱos que harĆan que su reputaciĆ³n acabase por los suelos. Menos mal que quienes saben de estas aficiones se lo callan: ademĆ”s de ser un amante empedernido de los disfraces y los karaokes, en algunas noches suele salir a dar paseos hasta estaciones de servicio de camioneros, por aquello de tomar el aire… Y ademĆ”s tiene un hobby creativo bastante curioso: estĆ” escribiendo una novela, Escritorio del tiempo, protagonizada por un personaje para nada autobiogrĆ”fico: El decano peligroso.
Entre perros anda el juego
Pero su obsesiĆ³n mĆ”s increĆble y absurda no es ninguna de esas. Su amor por los perros llega a lĆmites insospechados. AdemĆ”s de vivir con un San Bernardo al que ha llamado Agatha Christie, el decano se desvive por los dĆ”lmatas. Y estĆ”n por todas partes: en su despacho, en su casa… Es mĆ”s, tiene una filia extraƱa con las personas disfrazadas de dĆ”lmata y aunque piensa que nadie lo sabe, lo cierto es que es de dominio pĆŗblico despuĆ©s de que el profesor Duncan lo confesase en una tarde de borrachera. Y aunque se afana por ocultar esta obsesiĆ³n, a veces se le va de las manos…
DespuĆ©s de conocer al decano Pelton… ¿a quiĆ©n no le dan ganas de estudiar en Greendale? Yo ya estoy esperando a que se abran las matriculaciones.
*Publicado originalmente en el portal Frikarte
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