Antes de comenzar ya te digo que esta reseña no es para nada imparcial. Juan Gómez-Jurado es mi crush literario, The Chosen One. El que ha hecho que cuente los días de octubre con más ansia que una clase de preescolar esperando el 6 de enero. Así que, avisados quedáis. Además, no es una reseña al uso. Porque es difícil hacer una reseña sin contar nada, tal y como ha pedido el propio autor en las redes. Aclarado esto, voy a intentar contarte por qué tienes que ir corriendo a vuestro librero de confianza para arrebatarle de las manos un ejemplar de Loba Negra.

Lo primero que te diré es que no leas nada sobre Loba Negra. Ni reseñas, ni nada. Pero, Marina, ¿entonces...? Entonces nada. Quítale la sobrecubierta al libro, no leas la faja, no leas nada. Bueno sí. Loba Negra. Y Reina Roja si no lo has hecho. Aunque puedes leerlo por separado, lo disfrutarás mucho más después de los hechos del primer libro de Antonia Scott.

¿Sigues aquí? Vale, me parece bien. Sólo te daré algunas pinceladas tan breves que realmente no te estaré diciendo nada, aunque espero transmitir el entusiasmo que me ha provocado esta novela que me ha durado, literalmente, HORAS.

Los easter eggs. Los detallitos. Son aquellas pequeñas cosas que va dejando Juan Gómez-Jurado por ahí entre párrafo y párrafo. Referencias que si no las ves no pasa nada, pero que cuando las reconoces te sacan una sonrisa, un qué cabrón o un hey, lo he pillado.

Todos los lectores de Loba Negra en algún momento de la historia.

La descripción de la acción. El ritmo. Cómo combina los momentos de tensión en los que te faltan manos para pasar la página con aquellos en los que puedes deleitarte letra a letra saboreando la narración. Y cómo es capaz de utilizar el lenguaje de una manera tan cinematográfica que puedes recordar visualmente lo que ha ocurrido. Hay muchos pasajes así, pero hay uno concreto que bebe de las mejores escenas de Guy Ritchie o de Christopher Nolan. Increíble.

Los giros argumentales. Otro de los puntos más sobresalientes de esta novela -aunque ya lo demostró en Reina Roja- son los giros argumentales. O mejor dicho, los trucos de manos que nos está haciendo a lo largo de las páginas. Como esos magos de Mira aquí, mira la mano, no pestañees, no pestañees, tarde. Porque además, cuando te desvela el golpe maestro en tu cabeza algo hace clac y...

Juan Gómez-Jurado, después de que al lector se le descuelgue la mandíbula en la página ██.

En la faja del libro una cita de ABC destaca que "lo que está haciendo Juan Gómez-Jurado es, sencillamente, el mayor truco de magia en la historia del thriller". Y realmente es así. Aunque hay algunas cosas que intuyes por dónde van a ir, siempre hay algo hace que saltes. Como ESO. Lo que no te puedo contar. Lo que descubrirás tú mismo cuando leas ESO QUE NO PUEDO NOMBRAR. Lo que te hará gritar de emoción y, como Juan me prometió el año pasado en la firma de Reina Roja cuando me dijo: ¿Sí?, pues el año que viene nos volvemos a ver y me cuentas. Se te van a caer las bragas. Ni confirmo ni desmiento. Pero es que ████████████████████ █████  ██████ ████ █████ ████████████ ██████ ███████ █████████ █████████ ███ ██ ████████████ ███████.

Y la opinión que no puedo darte, y que he dado en mi círculo más íntimo. Qué ████ ███ █████████ ████ ██████ █████ ████ █████ █████ ███ █████ █████ ██ ██ ████. Si quieres comentarlo, ya sabes dónde estoy.


Loba Negra
Autor: Juan Gómez-Jurado
Edición: Ediciones B
Páginas: 552p.
Precio: 20,90€ / Ebook Kindle:4,74€